
Una vez más, el Instituto de los Hermanos de La Salle publicó una Carta Pastoral, de la mano de nuestro Hermano Superior General, Armin Luistro.
En consonancia con la Reflexión Lasallista 10, lleva por título: “Nuestro corazón en las periferias: Renovar la Misión Lasaliana con enseñanzas de los pueblos indígenas”.
El Hermano Armin, además, ha grabado un video presentando la Carta Pastoral, e invitando a los lasallanos del mundo a leerla y hacerla propia:
La propuesta es renovar nuestra mirada, sin ignorar las contradicciones sociales de nuestro tiempo. Frente a estos retos aparentemente insuperables, la Carta nos dice que podríamos aprender valiosas enseñanzas de quienes se percataron hace mucho tiempo de que realmente hace falta un pueblo -y muchas generaciones- para educar a un niño. En este sentido, el Hermano Superior General señala que las comunidades indígenas de las periferias del mundo nunca han cesado en su empeño por preservar, enriquecer y transmitir a la siguiente generación sus valores, conocimientos y su espiritualidad.
“Si nos dejamos sorprender, podríamos tropezarnos con una perla de gran valor que supondría revolucionar la forma en que gestionamos la escuela y, con el tiempo, desarrollar una solución eficaz a las actuales crisis educativas de nuestro mundo”, afirma el Hermano Armin.
La reflexión introductoria (I) describe cómo un encuentro entre lasallanos y comunidades indígenas puede conducir a una verdadera experiencia de conversión para ambos. Las tres primeras viñetas (II-IV) narran las primeras experiencias que conducen a tal encuentro, identificando algunos obstáculos iniciales, pero también algunos inicios ventajosos que conducen a una mayor conciencia, respeto, aprecio y aceptación de las comunidades marginadas. Siguen otras tres narrativas (V – VII) que nos brindan una visión más profunda del mundo de los pueblos indígenas y de los tesoros de sabiduría y espiritualidad que encierran. Cuatro educadores lasallanos y un investigador (VIII – XII) se someten a un examen de conciencia cuando reflexionan retrospectivamente sobre su experiencia en la educación de los pueblos indígenas, y nombran sus conflictos y pasos en falso, pero también sus pequeñas victorias y profundas intuiciones. Las cuatro últimas viñetas (XIII – XVI) nos ofrecen una mirada al viaje interior -mente y corazón, alma y ser- de los protagonistas de este compromiso transformador.
Una invitación a emprender un apasionante itinerario en el que podamos deconstruir la educación, esta vez desde el prisma de las comunidades indígenas de algunas zonas del mundo, a quienes se ha invitado a contribuir a un proyecto de redacción colaborativa para la carta pastoral de este año como primer paso de nuestra peregrinación sinodal hacia “la construcción de un mundo fraterno a través de la educación, la evangelización y la promoción de la justicia” (Circular 478 de los Documentos del 46° Capítulo General).
